miércoles, 17 de diciembre de 2008

Carta a Vincent

Hola amig@s, hoy me vais a permitir que le escriba esta carta a Vincent, como si el pudiera leerla...


Querido Vincent:

Te escribo desde mi rinconcito de siempre. Acabo de enfrentarme a la cruda realidad, el ENIGMÁTICO mundo del Arte, y te preguntarás porqué te digo esto. Tras más de diez años pintando, aprendiendo día a día, madurando mi obra, reflexionando, he decidido mostrar mi obra al público. Me he enfrentado a mis primeras exposiciones individuales. Y cómo no, los comienzos están siendo cuanto menos "muy complicados". Te afanas sin parar día tras día en preparar una obra sólida, que refleje tu personalidad, con la mayor de las ilusiones, y te encuentras con la mayor de las tristezas.
No he vendido ni una sola obra y apenas si un puñado de personas se acercan a ver mi trabajo. Quizá no se si sea el momento equivocado, la situación, o que simplemente me queda mucho camino por recorrer. Pero el caso es que aunque tras estudiar tu vida y obra y la de otros muchos artistas, pensaba que el mundo del Arte era complejo, pero ahora estoy viviendo esto en mis propias carnes. Aunque yo siempre tendré que agradecer a las personas que me dan la oportunidad de mostrar mis trabajos al público, y cómo no, a todas aquella gente que volcando su interés en mi trabajo se toman la molestia de visitar mis exposiciones y mostrarme su apoyo sobre todo en estos difíciles comienzos.
Yo aunque algo triste, porque a veces las situaciones te desbordan y más si eres una persona frágil y sensible como yo y como tu eras, continuo con mi empeño de trabajar para ir mejorando en cada pincelada que aporto a la obra. Tengo en mente muchas ideas para plasmar, ahora por ejemplo estoy trabajando en una serie de acuarelas sobre mi pueblo, Loja. Me siento muy satisfecha con las obras que estoy preparando para mi próximo reto, mi exposición para Febrero en mi pueblo. Y es por eso que estoy preparando estas acuarelas con una ilusión "especial" para mostrárselas a mi gente, a mi familia, amigos, en la tierra que me vió nacer y crecer durante 25 años. Yo no voy a decaer y seguiré luchando para que algún día mi trabajo sea reconocido, y si al menos una persona ve mi trabajo y lo admira, me sentiré la mujer más feliz del mundo. Porque en definitiva, mis obras, son un reflejo de lo que yo siento, pienso, veo, son un reflejo de mi día a día...

Sin más, espero que la próxima vez que me dirija a ti sea para decirte que mi Exposición en Loja ha sido todo un éxito.

Con toda mi admiración, Caro.