miércoles, 18 de marzo de 2009

Patience Escalier (1888)

Los que seguimos a Vincent conocemos sobradamente el interés de él por la vida rural, las costumbres de los pueblos y su afán por conocer a las personas luchadoras, humildes y trabajadoras como él. Es por eso que en su obra se suceden continuamente trabajos en los que aparecen campesinos, carteros, mineros, niños... En definitiva, las personas que componían su día a día. Por eso hoy quiero detenerme en el análisis de esta obra: "Patience Escalier". Trascurría el caluroso verano de 1888 cuando Van Gogh conocía a este hombre. Esto ocurría durante el periodo que el permaneció en Arlés. No fué muy abundante su relación con los habitantes de este lugar, pero con Patience Escalier no sucedería lo mismo, ya que se hicieron buenos amigos. En los lugares que Vincent habitase siempre ocurriría lo mismo, era tomado por un pobre "chiflado" y esto dificultó aún más su relación con las demás personas. Y no nos olvidemos del carácter tímido e introvertido del artista, lo cual hacía más compleja su relación con los demás.

Pero Van Gogh no solo captaba la imagen exterior de las personas, el iba más allá, era capaz de transmitir el estado de alguien, sus preocupaciones, su carácter, su forma de ser... Y esto queda reflejado de una forma exquisita en los interesantes retratos que realizase a lo largo de su corta vida. ( Véase el caso de Los comedores de Patata o Retrato del Doctor Gachet). Hubo una vez en la que él dijo esta interesante afirmación: "Prefiero pintar los ojos de la gente que catedrales".

En el retrato de "Patience Escalier" la impresión que nos dá es la de un hombre rudo, pero nada más lejos de la realidad, era un hombre bondadoso y preocupado por los demás, de ahí su interés por ayudar a Vincent durante su estancia en Arlés. Quizá esta rudeza aparente nos sea dada por las manos tan "asperas" que aparenta, o por los trazos tan marcados en la pintura, pero debemos mirar más allá y adentrarnos en el aspecto humano que nos quería hacer llegar Vincent a través de sus sabias pinceladas.

El artista se centra en detallar los ojos, (dá la sensación de que la persona retratada transmite bondad e inteligencia, aunque también experiencia en la vida al tratarse de una persona mayor).
El anciano Patience aparece con un sombrero de paja sobre su cabeza, blusa con trazos azules y verdosos, y bajo esta una prenda roja. El detalle de aparecer dejado caer en su bastón de madera, nos hace entender que es una persona de cierta edad, aparentando cansancio. Los amplios trazos de la ropa hacen que parezcan pliegues de tela. En cambio en la cabeza, apenas si emplea el uso del dibujo, utilizando para definirla acertadas pinceladas con gran maestría. El juego de colores en una armoniosa combinación la cual otorga a la obra une belleza propia de este gran artista.